DE LA PIEDRA EN EL RÍO A LA LAVADORA AUTOMÁTICA (2ª parte)
Primero fue la piedra en el río, carga de trapos sucios cuesta abajo y luego lavados, carga cuestarrón arriba
Luego fue la tablilla de lavar con barreño y las gomas metidas en el canal, en las colmenillas; trayecto mucho más corto, cuesta del río eliminada
Ahora tenemos el agua en casa y la lavadora automática, la tonta que pulsando un botón, lava sola; ¡que alivio!
Evolución histórico-política-tecnológica-social de las aguas “del turro”
En cualquier caso el elemento principal: EL AGUA; de nada hubiese servido la piedra, la tablilla y el barreño, ni la lavadora, sin el líquido elemento: sin el río, el canal o el agua domesticada, entubada y llevada al interior de la vivienda.
La ley de aguas de 1985 (Ley 29/1985 de 2 de agosto) en su TITULO PRELIMINAR art. 1.2 dice literalmente: “las aguas continentales superficiales, así como las subterráneas renovables, integradas en el ciclo hidrológico, constituyen un recurso unitario, subordinado al interés general, que forma parte del dominio público estatal como dominio público hidráulico”
Ingeniería y política unidas para hacer posible una vida menos sufrida, más cómoda, más igualitaria, con mayor justicia social. Aunque creo que para algunos paisanos, a los que no me atrevo a calificar de socialistas, deberíamos permanecer todavía y casi de por vida en la España de Los Santos Inocentes; fenomenal novela de Miguel Delibes y extraordinaria película dirigida por Mario Camus.
Con lo que le costó a insignes políticos socialistas llevar a efecto leyes como la del agua (Julián Campo, ministro de Obras Públicas y Urbanismo de aquel tiempo) a partir de la cual podemos decir con la cabeza bien alta que el agua es un bien de dominio público; lo que significa que no tiene dueños, que es de todos, que su uso está supeditado al servicio del interés general. Para que 30 años después, los “socios-listos” del Turro, como dice el alquimista, se cuestionen a estas alturas la propiedad del agua del manantial. Es bastante progresista y de izquierdas altaneras decir que los propietarios del agua son los señoricos o lo que queda de ellos. Aunque fuese tan cierto como que todos los días amanece, que fuese de ellos, deberíamos decir lo contrario y hacer valer lo contrario; que el agua es del pueblo y para todos los vecinos y la que sale por los caños de las fuentes públicas, de todo aquel que quiera acercarse a llenar un recipiente; independientemente de ideologías; porque se trata por encima de todo de la dignidad de un pueblo, de dignidad que hemos ido recuperando poco a poco desde aquellos tiempos de santos inocentes. En aquellas épocas, las tierras eran del amo, la cacería era del amo, la leña, el esparto, casi todo era del amo, los jornales eran del amo. En cambio el agua, mira por donde no era del amo, nunca fue del amo.
A día de hoy, afortunadamente no dependemos en absoluto de ningún amo, de ningún señorico, de amos ni de encargados de los amos; ni siquiera dependemos única y exclusivamente del agua por la que sin embargo luchamos, por dignidad y porque creemos que tenemos razón.
También es muy izquierdoso reirse de paisanos, de vecinos que han colaborado en la forma en que han podido para pagar un abogado y defender intereses generales, de todos; con aquello del número de botijos que podremos llenar. ¿Es que estas buenas gentes del Turro han perdido el norte? Y digo buenas gentes porque hasta ahora por tal las tenía; aunque visto lo visto, empiezo a cuestionarme su bondad.
Etapa antigua en la historia del manantial; anterior a la guerra civil
Fue mediante escritura de fecha 31 de diciembre de 1894 y número 864 del protocolo de Abelardo Martínez Contreras, notario de Granada; que en dicha ciudad y en la fecha referida, Carlos Fernández Linares y Herrera vende a Juan Creus García el pleno dominio de dos fincas: un cortijo denominado El Turrillo y la aldea nombrada de El Turro, ambas en término municipal de Cacín; y que Juan Creus agrupa las dos fincas por ser colindantes entre sí, en una sola que queda descrita en dicha escritura.
Luego la primera nota que hay que extraer es que la aldea del Turro ya existía como tal antes de que el abuelo, bisabuelo, quizás hasta tatarabuelo de los que ahora pisan las casas de “allá arriba” comprara la finca originaria. Casas que son la única posesión que les queda a los nietos, bisnietos y hasta tataranietos del mismo, pues a día de hoy está vendida en su totalidad a excepción de las referidas casas; hasta la finca donde se encuentra el nacimiento está vendida.
Al leer la descripción que de la finca se hace en el referido título de compraventa y agrupación, se observa que en la aldea de El Turro hay una serie de casas, unos pajares convertidos en casas habitaciones, una ermita con casa sacristía y hasta un horno de cocer pan, que forman parte de la finca. Pero también se observa cuando se describen los linderos de dichos inmuebles que hay muchas casas que son de propiedad particular, de dueños independientes, de vecinos que viven en El Turro y que al menos son dueños de la vivienda donde moran, donde residen: Ana y Francisco Jiménez; Francisco Coca; Francisco Molina; José María Molina; José Jiménez. También describe calles con nombre propio, calle de la Plaza, calle de La Cruz, de Las Eras, San José, Placeta del Horno. Y es seguro que había más vecinos con casa propia que no constan en el título por no ser colindantes con tales inmuebles descritos como propiedad de la finca que se compra.
La segunda e importante nota que se extrae es que había un núcleo de población totalmente definido, una aldea con nombre propio, con sus calles, sus plazas; con sus vecinos con casa propia, que se servían del agua del manantial, agua que bebían ellos y sus animales de granja y de labor; con la que se aseaban y lavaban sus ropas y utillaje; agua con la que amasaban la harina para hacer pan en el horno que había en la placeta que se llamaba y aun se llama precisamente del Horno.
Lo que no aparece descrito por ningún sitio en todo el título de compraventa, es cortijo alguno en allá arriba, ni en ningún otro sitio; no hay ningún cortijo salvo el del turrillo que es el que pega a las tierras de cacín, cerca de la presa y que se agrupa como finca independiente con sus tierras incluidas, con otra finca independiente denominada aldea de El Turro con sus tierras también; para formar una nueva, independiente y única finca que ya agrupada se describe pormenorizadamente. Tampoco aparece fuente ni nacimiento de aguas en ninguna de las fincas agrupadas ni en la resultante de la agrupación.
Es por tanto que la tercera y no menos importante nota que debemos extraer es que cuando Juan Creus compró y agrupó dichas fincas al menos en el título, no aparece y por tanto se presume que no existía el cortijo que conocemos como de allá arriba, también como el cortijo del amo o de los señoricos. En cambio la aldea de El Turro si que existía, con sus calles y sus plazas, con sus casas, con personas que las habitaban, con su horno de pan, con su agua para hacer la masa de dicho pan, agua para abastecimiento de un pueblo, un pueblo con una fuente, una fuente con un par de caños que no paraban de manar de día y de noche, todos los días y todas las noches, durante todo el año.
Como resumen final, por agrupación de todas las notas anteriores, podemos concluir que antes de que Juan Creus comprara la tierra, que incluso antes de que Juan Creus naciera, ya existía una aldea que se llamaba El Turro; que dicha aldea se nutría del agua de un manantial situado cuesta arriba de la misma; que el agua de dicho manantial llegaba a una fuente pública y de la misma iba hasta una gran pila o pilón para abrevadero de las bestias de labor. Confirma esta conclusión, saber como sabe este cacileño del turro y turreño de cacín, y a partir de ahora todos ustedes; que cuando el tal Carlos Fernández compró la finca que vende a Juan Creus, o sea la aldea de El Turro, a un tal Mariano Guerrero Gámiz, “ya existía la aldea de EL TURRO” ; y cuando el Mariano Guerrero Gámiz se hizo con la propiedad de dicha finca por herencia de su padre Joaquín Guerrero Peralta y de su tío político Miguel Romero Galiano, “ya existía la aldea de EL TURRO”.
Y así sucesivamente podemos remontarnos hasta las primeras fechas en que se tiene constancia de la existencia de El Turro:
- El 5 de noviembre de 1588; fecha en que los señores del Consejo de Población del Reino, ante el escribano de cámara, Francisco de Castro vendieron a Alonso Alcaraz el cortijo y tierras que llaman de El Turro; que antes fue de Daniel Sánchez el Zeneti.
- En el libro de Hacienda de Granada y su término; y de Loxa, Alhama, Illora, y Alcalá, etc., que data de 1589; en el número 28 aparece el cortijo que llaman de El Turro con 14 casas y 800 fanegas de tierra.
Y pensar que los anteriores ediles han puesto placas por el pueblo, en las que dicen que la creación y fundación de El Turro se debe a D. Juan Creus García, tiene perejiles la cosa, por no decir otra cosa mal sonante. También hay vecinos que afirman que debemos estar muy agradecidos a los señoricos. Claro que sí; a los señoricos, al clero y a Franco. Fueron muy buenos los señoricos, buenísimos para el pueblo y para sus arrendatarios a quienes cuando vendieron la finca no les dieron opción de compra alguna, ni siquiera a ejercer el derecho de tanteo y opción preferente de compra tal y como establecía la ley de arrendamientos rústicos por entonces.
Fueron tan buenos y tan listos, que siendo El Turro el primer pueblo por cuyo término pasa el Canal de Cacín, es el único que no se aprovecha de sus aguas para el riego de sus tierras; fueron tan torpes y cicateros, que prefirieron todo el pago de la expropiación en metálico a obtener derechos de agua para riego. Desde luego no mataron a nadie que se sepa; si esa es la vara de medir la bondad, todos somos buenísimos. Nunca les interesó lo más mínimo la gente del pueblo y menos su vida. Yo no conozco de ninguna donación al pueblo, ni regalo alguno. No dieron ninguna opción de compra a sus arrendatarios cuando vendieron las tierras. Ni vender solares querían para que la gente del pueblo pudiera hacerse una casa para vivir; terminaron vendiendo prácticamente obligados por el Ayuntamiento. Quitarle el agua al pueblo, eso es lo que hicieron.
Les debemos gratitud eterna; estaremos eternamente agradecidos a señores y amos.
Hay vecinos que no solo han perdido el norte, sino los cuatro puntos cardinales.
Etapa contemporánea. Dictadura del Generalísimo
Entre lo que yo recuerdo, lo que me han contado mis mayores y lo que han visto y leído mis ojos, cada vez doy más veracidad a que las aguas procedentes del manantial, fueron antes que de nadie, única y exclusivamente de la aldea de EL Turro; o al menos, usadas y aprovechadas siglos antes que señorico alguno, por los vecinos de la aldea, por los turreños.
Yo que nací en época de santos inocentes y que ya peino muchas canas, recuerdo una fuente en allá arriba, justo por debajo del nacimiento, una fuente continua de agua donde todo el mundo podía llenar agua; de la fuente pasaba el agua a un estanque abierto (por entonces no estaba cerrado) donde los chiquillos del pueblo se bañaban. También iba el agua del nacimiento mediante otro ramal, a los caños de la fuente del pueblo, dos caños tenía de un dorado que parecía o a mí me parecía casi oro, tenían que ser de un metal mucho mas preciado y noble que el latón, aunque de este u otro material parecido fueran; dos caños, dos, con chorros grandes y generosos, contínuos, día y noche, todos los días de todos los meses, todos los meses de todos los años; de la fuente de los dos caños iba el agua a la pila donde dábamos de beber a los animales de labor. También tenían agua los señoricos; un ramal para la casa del amo.
Me cuentan mayores del pueblo octogenarios y nonagenarios, algunos ya no viven el pueblo, pero todos totalmente lúcidos; que Juan Creus vivía en Granada y cuando compró la finca del Turro, hizo o mejor dicho, mandó hacer el cortijo de allá arriba; que el agua del manantial solo servía a la fuente del manantial y a los caños del pueblo; que Juan Creus pidió al pueblo que le cediera agua para el cortijo y se le dio una toma, pero de tal forma que cuando venían años secos y había escasez, se quedaba el cortijo y la fuente de arriba sin agua y el pueblo seguía teniendo agua en sus caños.
Creo que fue sobre mediados de la década de los años sesenta cuando los señoricos mandaron hacer el partidor de las aguas del nacimiento; de tal forma prepararon la partición que se quedaron con tres partes del agua y una cuarta parte para todo un pueblo que contaba con muchos más habitantes que hoy. Solo entre chiquillos y chiquillas de escuela seríamos sobre un ciento o más. Esos sí que eran tiempos de santos inocentes; de respeto, miedo y agradecimiento a señoricos, militares, curas y autoridades; de miedo y silencio; de prietas las filas, cara al sol y ¡arriba España!
Por qué consintió todo un pueblo. Creo que a todas las connotaciones de la época, se sumó como de todos es sabido, el hecho de que El Turro era un pueblo muy particular, era pueblo pero no lo era del todo, era anejo, dependiente de Cacín, de la autoridad puesta a dedo en Cacín. Eran tiempos de señoríos territoriales y jurisdiccionales (1ª parte). A eso nos llevó la dictadura del Generalísimo.
Etapa moderna. Tiempos democráticos
¿Por qué no se arregló el problema del agua en cuanto llegó la etapa democrática? Quizá por más de lo mismo; teníamos democracia; votábamos en elecciones periódicas, nacionales, autonómicas y municipales; poco a poco se iba acabando el tiempo de los santos inocentes. Pero el Ayuntamiento siempre en Cacín, muy lejos; los alcaldes siempre cacileños, muy lejanos. El Turro era otra cosa, el anejo, lo anexo, el apéndice, lo incómodo, los problemas del Turro incomodaban, realmente no eran problemas de Cacín; Cacín quedaba… muy lejos.
Isauro González Vinuesa, alcalde en las legislaturas junio 1987/mayo 1991 y mayo 1991/mayo 1995, fue lo más cercano por aquellas épocas. Alcalde por dos veces, dos legislaturas, gracias al Turro, al voto de los turreños, se presentó por IU y lo hizo muy mal con El Turro y con IU del Turro.
Probablemente IU como organización política a nivel local o municipal sea la responsable de que no se arreglase el tema del agua y la creación de la Entidad Autónoma Local en dichas legislaturas. Responsable por omisión, porque pudiendo haberlo hecho, no lo hizo. Pero como reconocer errores y rectificar es de sabios; pues ahora lo hace: la ELA ya está; y el agua en vías de solución.
Ya existía en dichas fechas la ley de aguas del 85. También existía la ley de demarcación territorial de Andalucía del año 93 que permitía que El Turro se constituyese en Entidad Local Autónoma; Isauro estuvo hasta el año 95.
Conocía Isauro de la inquietud de los vecinos por el tema de las aguas, SÍ; nos dejó con el culo al aire la mañana que quedamos citados y comprometidos con él, en las eras, para derribar el muerto de las particiones del agua; rompió su compromiso, se fue a ver a los señoricos y bajó diciendo que ya estaba el tema arreglado; menudo tío, que planta de hombre de izquierdas, unido en cuerpo y alma con el proletariado del Turro. Tenía conocimiento Isauro de la intención de IU del Turro de constituir la ELA, SÍ; IU le facilitó una copia íntegra de dicha ley y ni tan siquiera se dignó a plantear en el pleno el tema de constitución del Turro en ELA, se hubiese aprobado por mayoría absoluta pues IU contaba con cuatro concejales.
Entonces ¿qué pasó nano? ¿no acertaba o no sabía cumplir preceptos constitucionales y legales como era acercar la administración al administrado? ¿se gíñó el día que habíamos quedado con él para derribar el dichoso muerto de partición de las aguas? Pues la respuesta a tales interrogantes es SÍ. Opino que se metió en política porque en aquel tiempo vestía mucho, lucía ser alcalde progresista, tendría como no, yo no voy a negarlo, sus inquietudes políticas, pero poco compromiso con su base electoral y con la organización por la que se presentaba a las elecciones, no sé si por aquellas fechas militaba, a día de hoy no está en IU. En fin, como ya dije en otro artículo, este hombre llegó a ver ovnis; aunque nunca vio la forma de conseguir la ELA para nuestro pueblo, ni de arreglar el tema del agua, ni siquiera solicitó concesión de la misma para el Ayuntamiento y por ende para El Turro, cosa que en cambio si hizo un alcalde posterior, corría el año 1995.
Tras las elecciones municipales de mayo de 1995 que arrojaron el siguiente resultado: PP, el más votado con 211 votos que representaban el 41,43% y 3 concejales. IU, segunda fuerza con 179 votos correspondientes al 29,02% y 2 concejales. PSOE, terceros con 167 votos que representaban el 27,24% y 2 concejales. FADI, cuartos con 51 votos, que representaban el 8,32% y no obtuvieron representación. IU y PSOE, se unen, se alían, pactan, y se reparten la alcaldía, dos años para cada.
Pues bien, el primer alcalde en gobernar, que ahora mismo no recuerdo quien fue, imagino que de IU, solicitó en el año 1995 la concesión de aguas del manantial del Turro, originando el expediente número 4/95 C de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Confederación que no solo dejó sin tramitar el expediente, sino que ni siquiera llegó a contestar al Ayuntamiento.
Tras las elecciones municipales de junio de 1999 en las que prácticamente se repite el resultado de las anteriores. Primera fuerza el PP con un 41,34% obtiene 3 concejales; segunda IU con el 30,13% obtiene dos y la tercera el PSOE con un 26,93% obtiene los dos restantes. Nuevamente pacto electoral IU-PSOE, se reparten la alcaldía, dos años cada uno. Comienza la legislatura como alcalde Manuel Ruiz Guzmán que el 7 de febrero del año 2000 dirige nuevo escrito a Confederación, instando la tramitación del expediente y solicitando información sobre el desarrollo del mismo. Se apea la señora Confederación contestando literalmente: “le significamos que una vez examinados los archivos obrantes en esta Comisaría de Aguas, solo aparece la solicitud de concesión de ese Ayuntamiento de un caudal de 0,636 l/seg. del manantial “Fuente de Allá Arriba” en fase inicial de tramitación”
Manda coyones otra vez, a la primera solicitud ni se dignan contestar, podrían haber contestado diciendo deben aportar esto o lo otro, tal o cual proyecto, pero nada, ni pío, ni mu. Y a la segunda pues ya ven ustedes que contestación. Igual que si hubiesen seguido callados.
Tuvieron que llegar las elecciones del año 2011 y se tuvo que poner una moción de censura a la alcaldesa socialista, para que las cosas tomaran otro rumbo, para intentar que cambiaran; para poder exigir los derechos de un pueblo con rigor y seriedad. Todo ello porque el grupo del PSOE no pactó con IU y lo que es peor, nunca creyeron en la constitución del Turro en ELA; es más, votaron en contra. Y respecto al tema de las aguas mantenían y creemos que aun mantienen, que las aguas son de los señoricos que son sus legítimos dueños.
Que les vamos a contar que ustedes no sepan, si fue el anterior equipo de gobierno socialista el que con su mayoría absoluta hizo y deshizo a su antojo; el que cortó sobre el mes de abril/mayo de 2008 las aguas de las fuentes del pueblo; el que trató de quitarle al pueblo, la mísera parte del agua del manantial que en los tiempos de los santos inocentes tuvieron a bien dejarle los señoricos. Manda coyones nuevamente; los socialistas alineados con los señoricos y en el tema de la colocación ilegal de la antena con la multinacional Vodafone; a la que también parece ser que debemos estar agradecidos y que por cierto, otro día hablaremos de dicho tema. ¿Es que todos los socialistas del Turro y Cacín han perdido el norte?
Se tuvieron que dar todas estas circunstancias junto con otra, que el grupo del PP estuviera de acuerdo y comprometido con la constitución de la ELA y que apoyara decididamente la postura de IU de que las aguas son de todos y para todos.
La ELA, aunque a algunos todavía les pese, ya está constituida y funcionando. Alguien escribía no hace mucho a través de internet, la Ela ni está ni se la espera, y seguro que se regodeaba; igual sabía que le iban a poner todas la trabas posibles en Sevilla. Quien con tanta guasa escribía, hoy es nada menos que el vocal del PSOE en dicha ELA. Que cosas señores, ver para creer, son de las que tienen mucha faena.
El tema del agua también se resolverá, aun no sabemos en que sentido, si para llenar dos, tres, cinco o ningún botijo. Toda para las tres casas de allá arriba o toda para el pueblo incluidas dichas casas.
Lo que si sabemos es que en el año 1997 Gracia Rosales Creus, Guillermo García Creus y Juan Herrera Creus solicitan la inclusión del manantial en el Catálogo de aguas privadas, que no concesión administrativa como solicitó el Ayuntamiento dos años antes. Como si no supieran que de esas aguas se abastecía y aprovechaba EL Turro mucho antes de que ellos nacieran, antes de que su abuelo comprase la finca; seguro que no sabían que antes de que su bisabuelo, tatarabuelo y otros antepasados suyos nacieran, ya se abastecían las gentes del Turro del agua del manantial. Y cosas de la vida, nano, a estos si les contesta Confederación; y no solo les contesta sino que les requiere la documentación que tienen que aportar, manda sus guardas para ver el lugar y finalmente concluyen la tramitación del expediente, incluyendo en diciembre de 2008 en el Catálogo, un derecho sobre aguas privadas.
A pesar de que en dicho expediente obran informes del guarda fluvial del sector y del guarda Mayor de la Zona de Granada en los que se hace constar que el Ayuntamiento de Cacín tiene parte en esas aguas para abastecimiento del anejo de El Turro. A pesar de que el Guarda Mayor informa y advierte que según su criterio debe incluirse al Ayuntamiento como un solicitante más en dicho expediente. A pesar de que advierte que en el mismo nacimiento hay una fuente pública con más de 30 años de antigüedad en la que cualquier persona puede llenar cántaras o vasijas; que dicho uso público debe tenerse en cuenta a la hora de la inscripción de todo el aprovechamiento. A pesar de que dicho guarda informa que en el año 1995 por parte del Ayuntamiento de Cacín se formalizó una petición de concesión de aguas, expte. 4/95 C, para la totalidad de las aguas del nacimiento y que por ello la petición de aprovechamiento privado debe quedarse a expensas del resultado del expediente de concesión iniciado por el Ayuntamiento de Cacín.
También obra informe-propuesta del Jefe del Servicio de la Comisaría de Aguas de la zona de Granada para la inclusión provisional en el Catálogo en el que en su observación 2ª literalmente dice: “El Ayuntamiento de Cacín también tiene derecho a aprovechar las aguas de la Fuente, como aprovechamiento de aguas públicas.”
Pues bien, a pesar de todos estos pesares, que entiendo pesan mucho. Confederación ni tiene en cuenta al Ayuntamiento de Cacín como un solicitante más; ni tiene en cuenta el uso público del agua; y resuelve la petición de los Creus con la inclusión antes comentada en el Catálogo de aprovechamientos de aguas privadas en diciembre de 2008. Y qué pasa con la petición del Ayuntamiento de Cacín del año 1995, dos años anterior a la de los Creus, se preguntará el nano y ustedes también; ¿y con la reiteración que hace el Ayuntamiento en el año 2000? De momento son preguntas sin respuesta. Desconocemos si confederación comunicó algo al Ayuntamiento de Cacín a partir de esta última reiteración en la petición (…queda tan lejos a todos los efectos el Ayuntamiento de Cacín, aunque también sea el nuestro). No obstante creemos y esperamos que no; que aunque no sea un problema de Cacín, como no iban a estar atentos a cualquier comunicado de Confederación respecto a este tema, pendientes del mismo. Pero si los que gobernaron en la última etapa, mantienen que las aguas son de los señoricos y hasta llegaron a cortar el suministro de la misma a las fuentes del pueblo, pues vete tú a saber.
La avaricia rompe el saco: la gota que colmó el vaso. Tiempos recientes
Señoricos y pueblo, pueblo y señoricos de una u otra forma se habían venido apañando con el agua que cada cual tenía y el tema estaba medio pacífico.
Fue por abril/mayo de 2008 que las fuentes del pueblo se quedaron sin gota de agua, fue que días después volvía a caer el agua con una presión y sabor inusual. Fue que intentaron dar a los turreños gato por liebre, agua del canal por agua del manantial. Pero como el paladar no está reñido con ninguna condición social, de momento notaron el engaño. Se ve que no tendría suficiente una sola familia que es la que prácticamente reside todo el año en allá arriba, con las ¾ partes del agua y la necesitaría toda.
Fue que debido a estos hechos, la gente del pueblo se reveló, se organizó, se recogieron sobre 200 firmas denunciando los hechos, se presentó denuncia ante la guardia civil y escrito ante el Ayuntamiento pidiendo al alcalde la restitución del agua cortada y que solicitase nuevamente la concesión para El Turro.
Fue que como el Ayuntamiento gobernado por mayoría absoluta socialista no hizo nada al respecto, el pueblo cual Fuenteovejuna, se llegó al partidor de las aguas del nacimiento y restituyó la reciente y anteriores restricciones practicadas por señoricos y gobernantes sobre el agua del pueblo.
Sucedió que por dichos hechos IU presentó por primera vez candidato a la Alcaldía y lista electoral formada exclusivamente por gente del Turro para las últimas elecciones municipales (mayo 2011).
En mayo de 2013 Confederación incoa expediente sancionador al Ayuntamiento de Cacín por captación de aguas de un nacimiento para su almacenamiento en un depósito conectado a dos fuentes situadas dentro del casco urbano vertiendo el resto al alcantarillado sin autorización de dicha confederación. También incoa un pliego de cargos al Ayuntamiento por los hechos imputados en el expediente sancionador.
En el expediente sancionador se comunica al ayuntamiento que tales hechos podrían ser calificados como falta grave y que por tanto se le podría imponer una multa que iría de 50.000,01 hasta 500.000 euros; la obligación de indemnizar los daños al dominio público hidráulico y la obligación de retirar todo elemento que haga presumir la captación de aguas.
Con el pliego de cargos cuantifican las posibles sanciones a imponer al ayuntamiento en una multa de 65.035,67 €. Indemnización de daños al dominio público hidráulico en la cifra de 19.510,71 €. Y la obligación de retirar en el plazo de un mes, todo elemento que haga presumir la captación de aguas, con la advertencia de ejecución forzosa.
Fíjense ustedes en la sucesión de los hechos:
- En el año 1995 el Ayuntamiento solicita la concesión de las aguas.
- En el año 2000 solicita información sobre tramitación de dicha solicitud y reitera la petición.
- En al año 1997 solicitan los señoricos la inclusión en el Catálogo de aguas privadas.
- En diciembre del año 2008, Confederación acuerda la inclusión en dicho Catálogo.
- Sobre abril/mayo de 2008, 10 meses antes de la resolución de Confederación se produce el corte del agua de los caños, de las fuentes del pueblo y se mete en las mismas agua del canal.
- En junio de 2008 se efectúa la denuncia y escrito al Ayuntamiento antes referidos.
- En 2008 ante la pasividad, indolencia e inoperatividad de gobernantes, EL PUEBLO abre el partidor de las aguas (el muerto) y las desvía al depósito municipal.
- En mayo de 2013 Confederación incoa el expediente sancionador y el pliego de cargos contra el Ayuntamiento de Cacín por la captación de aguas del nacimiento.
Las preguntas y reflexiones que uno se hace son del siguiente tenor:
- El Ayuntamiento solicita concesión administrativa mucho antes que los señoricos en base a que desde tiempo inmemorial se ha abastecido el pueblo de dichas aguas.
- A la petición del Ayuntamiento ni caso, y la de los señoricos, efectuada dos años después, se resuelve favorablemente a pesar de los pesares ya expuestos anteriormente.
- ¿Cinco años después de la inscripción en el catálogo se incoa expediente al Ayuntamiento? Alguien ha tenido que estar chinchando lo más grande en Confederación. ¿Quién o quienes? ¿señoricos? ¿anteriores gobernantes?
- ¿Cómo accede Confederación a incluir en el Catálogo de aguas privadas dicha fuente o manantial cuando sus propias autoridades (guardas) están informando del carácter público de las mismas?
- ¿Cómo se puede incoar expediente por una captación histórica? La infracción en su caso sería inmemorial.
- Que daño se está haciendo al dominio público hidráulico al verter las aguas sobrantes al río. Así ha sido siempre; también se trataría en su caso, de un daño histórico.
- La inclusión de aprovechamientos privados en el Catálogo, no goza de protección administrativa según la vigente Ley de aguas, así lo ha declarado nada menos que el Tribunal Constitucional y el Supremo. ¿qué trata de proteger Confederación?
- ¿Puede una fuente pública tener a su vez parte privada?
Al expediente sancionador se han presentado alegaciones, tanto por el Ayuntamiento de Cacín, como por la ELA del Turro. Estas últimas gracias entre otras, a las gentes del pueblo que desinteresadamente han prestado dinero a la ELA que por tales fechas no contaba con presupuesto para pagar al abogado; y como no, al presidente de dicha ELA que en vez de arrugarse ante dicha incoación de Confederación, le ha echado un par de corajes y con seriedad, rigor, templanza, dedicación, prudencia, asesoramiento y todo lo que tiene que reunir un regidor y algo más; ha tirado del carro y está tratando de solucionar éste y otros problemas. Ya sea ante señoricos, Confederaciones, ante la Junta y ante el Gobierno de la nación si hace falta.
Gracias sobre todo y de forma especial a aquellas primeras mujeres que se arremangaron y se pusieron a recoger firmas para denunciar los hechos donde hiciera falta. Gracias a aquellas mujeres y hombres que como en la obra literaria de Fuenteovejuna, se armaron de valor y llegándose al muerto, deshicieron en parte tanta injusticia acumulada ayer y hoy, sobre un pueblo. Y digo Fuenteovejuna aunque desgraciadamente no estuviera todo el pueblo a una. Siempre sucede así. Siempre hay quien buscando una u otra excusa, escurre el bulto, esconde la cabeza como el avestruz y a ver que pasa. Es más cómodo pasar desapercibido, por si acaso ocurre algo negativo. Aunque al final este tipo de individuos puedan aprovecharse y se aprovechen por igual de los logros conseguidos por el valor y la unión de otros vecinos; y además puedan reírse y se rían de estos vecinos cuando fracasan, otra ventaja de la comodidad de no dar la cara mientras la den otros.
Gracias de nuevo a esos hombres y mujeres del Turro que pelean por lo que creen y consideran suyo, sobre todo por su dignidad como pueblo, gracias al presidente de la ELA y a todos aquellos vecinos que reconocen la labor que contra viento y marea está realizando y le apoyan. A todas estas gentes hay que mostrar agradecimiento y no a señoricos o grandes multinacionales como Vodafone.
Si no hubiese sido por todos ellos, si todos hubiésemos echo como el avestruz, hoy no tendríamos ni una gota de agua del manantial que históricamente nos ha abastecido; y encima estaríamos pagando sanciones, multas y no sé que daños a un dominio público hidráulico pero que a su vez parece ser privado, menudo follón para Confederación. O sea, estaríamos como el dicho aquel de jodidos y apaleados; o era, maricones y apaleados; o más bien, cornudos y apaleados.
Desde estas líneas pido a todos los vecinos del pueblo que ayuden, que den la cara, que hagan causa común, porque en realidad lo es, del tema del agua y de otros muchos que puedan surgir y cual Fuenteovejuna estemos todos a una, cuando cargados de razón tengamos que luchar hasta el final.
Gracias Juan Miguel; por haber conseguido que la situación a nivel de gobierno municipal haya cambiado para mejor como de la noche al día. Cualquier cacileño/turreño de bien y con dos dedos de frente, sabe que el principal mérito de dicho cambio, es tuyo. Animo y no decaigas en el empeño de gobernar con y para el pueblo. No como otros que han gobernado contra el pueblo. A pesar de todos los contratiempos, maledicencias y actuaciones cuando menos denigrantes y bochonorsas de anteriores gobernantes o su círculo familiar, no decaigas, continúa con la labor, estamos contigo, te apoyaremos.
No permitas que jodan a un pueblo y encima le cueste el dinero. No lo permitamos los turreños. Saquemos a la calle nuestra dignidad y nuestro coraje para defenderla, si fuese necesario.
Otro día hablaremos sobre la colocación de la antena de Vodafone en los depósitos del agua y sobre el uso y abuso del dominio público; de normas de convivencia vecinal.
Un cacileño del Turro, un turreño de Cacín.