De una ELA a una Moción de Censura
El pueblo del Turro y el de Cacín han aparecido últimamente en la prensa
como nunca antes. Todo ello debido a la constitución en ELA del primero y a la
moción de censura promovida en el segundo. También he comprobado a través de
distintos medios de comunicación de internet, la cantidad de escritos, dimes y
diretes en torno a tales acontecimientos.
He podido observar en algunos, la elaboración de meros juicios de valor. Individuos
que elevados a la condición de brujos, adivinadores malagüeros y
prestidigitadores; solo vaticinan calamidades para la todavía no estrenada ELA;
así como futuras actitudes mezquinas y negativas en sus gobernantes.
En cualquier caso no son más que eso: juicios de valor. No obstante,
podrían ser algo más positivos. Hasta en el antiguo servicio militar
obligatorio, al soldado que no había entrado en combate, se le suponía el valor
y así constaba en la cartilla militar. No se le suponía la cobardía, sino el
valor. VALOR del soldado: se le supone.
Solo podemos enjuiciar hechos acaecidos, acontecimientos, acciones
realizadas, aptitudes ya ejercidas. Si hay que hacer juicios de valor; voy a
suponer como en la mili, la positividad, la honradez, el honor y el decoro de
los nuevos gobernantes tanto del Ayuntamiento como de la ELA. Al menos así
equilibro la balanza, hay demasiada negatividad en algunas valoraciones;
también y es lo peor, injurias y descalificaciones.
Garantiza nuestra Constitución en su Título I, art. 18.1, el derecho al
honor y a la propia imagen. Por otra, en su art. 20.1, el derecho a expresar y
difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el
escrito o cualquier otro medio de reproducción. Uno y otro se encuadran en los
derechos y libertades fundamentales. Pero el ejercicio del segundo puede
suponer la vulneración del primero; activar uno puede suponer no respetar el
otro. El ejercicio de los derechos y libertades tiene ciertos límites. Es la
propia Constitución, en su art. 20.4, la que pone el primer límite al ejercicio
de dichos derechos y libertades al establecer que “tienen su límite en el respeto a los derechos reconocidos en dicho
Titulo, en los preceptos de las leyes que los desarrollan y, especialmente, en
el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la
juventud y de la infancia”. Quiere esto decir que no se puede injuriar y
descalificar sin argumentos; que no se debe atentar contra el honor y la imagen
de los demás sin fundamento. Demasiado bien se ha portado alguno de los
injuriados cuando no se ha ido directamente al juzgado contra los injuriosos. Quizá
simplemente haya pensado que no merece la pena, que a palabras necias y
cabreadas oídos sordos.
Como el camino se recorre andando y el gobierno gobernando, tiempo habrá
de valorar obras y acciones; y dejémonos de amores.
Por regla general solo critican de antemano con tanta saña y juzgan el
futuro de forma tan negativa, aquellos que más tienen porque callar. Aquellos
que tienen mucho que agradecer a la situación anterior, al gobierno o gobiernos
anteriores, a sus gobernantes. O bien algo que poder perder con la nueva
situación, con el nuevo gobierno. Posiblemente porque hayan sido privilegiados
respecto al resto de sus vecinos y conciudadanos en esas situaciones y gobiernos
anteriores.
Hasta comprendo ciertas actitudes; suelen darse en ciertas ocasiones.
Resulta que cuando se tienen privilegios por encima de derechos y se teme su
pérdida, suelen aparecer la ofuscación, la ira y el atrevimiento.
Quien no tiene privilegios que perder y solo quiere una administración
más cercana que trate de ser ecuánime y acabar con cualquier tipo de
privilegios y privilegiados suele razonar con más calma y argumento.
Puedo afirmar, a resultas de los casi dos años transcurridos desde las
últimas elecciones municipales, de las acciones y actitudes de unos concejales
y otros, de todo lo que del Ayuntamiento sabemos y antes ignorábamos; que me
merece mucha más confianza el nuevo equipo de gobierno que el anterior. Que muy
bien por la constitución del Turro en ELA y por la moción de censura.
Las siglas políticas no hacen a las personas, sucede más bien al
contrario.
Otro día escribiremos sobre la bondad o maldad de las ELAS. Pero ¿pueden las
Entidades Locales Autónomas ser buenas o malas, cual si de un ser animado e
inteligente se tratara?
Un cacileño del Turro, un turreño de Cacín.